Hay un gran paso cerca. Y ardo en deseos de relatarlo. Pero aún no. Aún no.
Hoy, sólo otro preludio baquico. En todos sentidos.
Hoy hubo cervezas en una tienda mínima, plagada de comida chatarra y vegetales reposando al ánimo de enormes cucarachas mutantes. Y no importa que no estuvieran mutadas. Lucían como tales. Cínicas, nada miedosas.
Como nosotros, tomando al borde de la calle. Cerveza fría en un tiempo demasiado cálido.
Eso, por supuesto no era lo importante. Tampoco los recuerdos casi olvidados de la secundaria.
Lo importante, fue, para variar, el recuerdo de ellas. Ellas adolescentes, cuando nosotro éramos adolescentes.
En conclusión, nada. Aproximaciones.
Marte, en Agosto, estará lo más cerca que ha estado en 75,000 años de la tierra y los proyectos con Andrés y toda la Sociedad Astrononómica Urania crecen.
Crecen las ganas, con esta noticia, de no quedarse como otro ladrillo en la pared.
Crece casi todo... Y sin embargo aún no me pongo a escribir.
Hoy me encontré otra vez en una veta diferente de la literatura. Esta es la segunda novela de Westlake bajo el seudónimo de Richard Stark que leo... Y me gusta más ese escritor. Esa cara de Westlake...
Y me pregunto hasta cuando mi narcisismo me impedirá intentar esa vía esquizofrénica de creación. Dejar fluir a uno de mis otros yo, a través de un pseudónimo...
No lo sé. Quizá nunca. Mi narcisismo es extremo.
Pero no tanto que no pueda reconocer lo obvio.
Me encanta la litearatura telegráfica casi tanto como la poética.
Y odio caer en las enfermedades de hoy. Hace tres días acabé de leer VAMPIRO$ de John Steakley y no fue una experiencia en lo absoluto similar a la que me dio la versión filmica de John Carpenter.
Esa película me encantó en el cine. En video me durmió. Y durante un buen rato relegué la novela a ese mismo sector de mediocridad (osease a ese ramo fílmico de obras para verse Una Unica y Sola Vez, a riesgo de vomitar).
Y no. Nada que ver.
Y me hace rabiar. Cualquier literato te lo puede decir: la novela es mil veces mejor que la adaptación filmica (hasta yo seguí en cierta nueva novela la premisa de Kundera: "si aun queda alguien tan loco coma para escribirlas, ha de hacerlo de manera tal que en la adaptación cinematográfica no pueda quedar sino lo más inescencial").
Pero hay ejemplos que pueden destrozar demasiado graficamente esta aseveración o teoría. Van dos, de apreciación absolutamente personal:
Solaris de Stanislaw Lem inferior a Solaris de Tarkovsky
L.A. Confidential de James Ellroy inferior a L.A. Confidential de Curtis Hanson
De ahí en adelante, basta hacer un recuento, para darles la razón a los literatos...
Pero yo me negué un rato a leer VAMPIRO$.
Y eso se llama tiempo perdido.
Eso, también, se llama alienación...
Hay cosas de las que casi nadie se puede librar. Aunque hay que intentarlo.
O quizás como decía el maestro Yoda: "Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes".
Ojalá y tuvieramos maestros reales.
De los que no se venden....
Hoy, sólo otro preludio baquico. En todos sentidos.
Hoy hubo cervezas en una tienda mínima, plagada de comida chatarra y vegetales reposando al ánimo de enormes cucarachas mutantes. Y no importa que no estuvieran mutadas. Lucían como tales. Cínicas, nada miedosas.
Como nosotros, tomando al borde de la calle. Cerveza fría en un tiempo demasiado cálido.
Eso, por supuesto no era lo importante. Tampoco los recuerdos casi olvidados de la secundaria.
Lo importante, fue, para variar, el recuerdo de ellas. Ellas adolescentes, cuando nosotro éramos adolescentes.
En conclusión, nada. Aproximaciones.
Marte, en Agosto, estará lo más cerca que ha estado en 75,000 años de la tierra y los proyectos con Andrés y toda la Sociedad Astrononómica Urania crecen.
Crecen las ganas, con esta noticia, de no quedarse como otro ladrillo en la pared.
Crece casi todo... Y sin embargo aún no me pongo a escribir.
Hoy me encontré otra vez en una veta diferente de la literatura. Esta es la segunda novela de Westlake bajo el seudónimo de Richard Stark que leo... Y me gusta más ese escritor. Esa cara de Westlake...
Y me pregunto hasta cuando mi narcisismo me impedirá intentar esa vía esquizofrénica de creación. Dejar fluir a uno de mis otros yo, a través de un pseudónimo...
No lo sé. Quizá nunca. Mi narcisismo es extremo.
Pero no tanto que no pueda reconocer lo obvio.
Me encanta la litearatura telegráfica casi tanto como la poética.
Y odio caer en las enfermedades de hoy. Hace tres días acabé de leer VAMPIRO$ de John Steakley y no fue una experiencia en lo absoluto similar a la que me dio la versión filmica de John Carpenter.
Esa película me encantó en el cine. En video me durmió. Y durante un buen rato relegué la novela a ese mismo sector de mediocridad (osease a ese ramo fílmico de obras para verse Una Unica y Sola Vez, a riesgo de vomitar).
Y no. Nada que ver.
Y me hace rabiar. Cualquier literato te lo puede decir: la novela es mil veces mejor que la adaptación filmica (hasta yo seguí en cierta nueva novela la premisa de Kundera: "si aun queda alguien tan loco coma para escribirlas, ha de hacerlo de manera tal que en la adaptación cinematográfica no pueda quedar sino lo más inescencial").
Pero hay ejemplos que pueden destrozar demasiado graficamente esta aseveración o teoría. Van dos, de apreciación absolutamente personal:
Solaris de Stanislaw Lem inferior a Solaris de Tarkovsky
L.A. Confidential de James Ellroy inferior a L.A. Confidential de Curtis Hanson
De ahí en adelante, basta hacer un recuento, para darles la razón a los literatos...
Pero yo me negué un rato a leer VAMPIRO$.
Y eso se llama tiempo perdido.
Eso, también, se llama alienación...
Hay cosas de las que casi nadie se puede librar. Aunque hay que intentarlo.
O quizás como decía el maestro Yoda: "Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes".
Ojalá y tuvieramos maestros reales.
De los que no se venden....
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