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Mostrando las entradas de mayo, 2004
síndrome de realidades Así llamó Isidro Ávila a ese peculiar efecto que en teoría se crea cuando un ser humano vive más en el mundo virtual que en el real y cuando toca las palpables tierras, no sabe conducirse del todo. No sabe actuar... Isidro mencionó este efecto en 1991, en su cuento la red, el primer cuento cyberpunk mexicano publicado. Extrañamente muy pocos han seguido su ejemplo. Se instalan facilmente en la virtualidad y se olvidan de lo demás, quizás inmersos en los efectos de ese síndrome. A mí, en estos días el síndrome se me ha presentado de manera inversa. El mundo se ha vuelto la mar de interesante, insustituible, por eso es que no había posteado nada hasta hoy. Escribir en este blog lucía irrelevante (creo que aún un poco) y mis viejos miedos supersticiosos tampoco me dejan contar lo que está sucediendo en estos días en que la realidad ha cantado su supremacía y me ha alejado de esta realidad internet. Hoy no sé cómo comportarme aquí, ni qué postear. Es paradó
otros regalos Y Zárate, siempre al tanto, me mandó un link, a lo que Pascal llama mi fase de superación edipo: Señorita Cometa . Una serie japonesa que me dio magia y estética. Y en esta dirección hay resumenes riesgosos del por qué... Y aquí, en este jpg, aparece la mujer que me hizo adorar a las japonesas: Gócenla. Menos de lo que yo lo hice, porque no la ven actuar, aunque el señor Andrés Bustamante la haya entrevistado en el pasado mundial, aún bella, aún mágica. Lo demás, está sujeto a cuanta interpretación quieran. Es sólo compartir el regalo zaratesco. Es sólo, otra vez, un afan de exhibirse. Y por cierto, en este momento, mientras esto escribo, escucho, gracias a Caín , Adenosine Tri-Phosphate , un grupo de rock japonés que también me mata... Coincidencias extremas o de gente que comulga ideales y estéticas o, como diría Julio Cortázar, vaya usted a saber... Bye...
incompleto... Aparece este post, porque me sumergí en otras actividades, lejanas a la PC, porque acabo de terminar la celebración previa a mi cumpleaños... Y hubo que organizar la fiesta, orbitar y descender al mercado. Comprar, comprar y comprar, para que todo saliera bien, como al final salió... con una excepción... Los uranios, los cosmicos observantes, parecieron exiliados de la civilización y nunca pude alcanzarlos... Fuera de eso, todo bien. Cervezas, tequila, buena música, buen ambiente. Risas y más locuras... Y el persecutor fantasma de mi número, jamás se presentó. Cosa que temía. Quizá el factor de ganancia fue el fortuito, increíble encuentro con Susan, éste viernes. Su adelantado abrazo y su recuerdo de mi cifra honomástica. Y dije: Yes, i'm too fucking old... Y su respuesta fue de esas que te desarman: Yes, I know, every year I try not to remember the day or the year. But at last, I always say's, is better like this than the other option. Estar muerto, implicab
lejos de internet... he permanecido en estos días. Lejos sólo de este mundo virtual, planeando post's que para variar se han olvidado y otros que quizás teclee en un par de minutos, ya fuera de conexión. Cosas, han pasado. Y no pocas. Pero a la vez son tan triviales que tampoco merecen un gran espacio. Quería también hablar un poco de cine... Pero lo dejaré para mañana, junto con los post's hechos en wordpad... Por el momento supongo que esta anotación es sólo para decir: the wolf is well and alive... Acabo de regresar de una fiesta de cumpleaños, en estas tierras calurosas de Morelos. Hoy, en el camión, releía El péndulo de Foucault y, para variar, a cada página, vuelvo a descubrir esas frases que me arroban y me alejan de la lectura, me ponen a girar en otras órbitas. Esta es una de la primera lectura: La de cosas que se te ocurren cuando estás solo y clandestino en un periscopio . ¿Por qué esta? Supongo que porque define mi condición de atrapa-aves submarino o sub