Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas de junio, 2010

Más de Sábato

porque un día no basta. porque diferente a mis otr@s argentin@s favorit@s, le bastaron tres novelas para alcanzar la fama. y hasta la admiración de personas como ésta, que aquí escribe.      pero claro, él siguió escribiendo ensayo, quizá no novela. pero no cejó, aún cuando la contraindicación de los doctores sobre lectura y escritura (según la wiki ) lo orillara a sólo la pintura. a sus 99 años, la vitalidad creadora parece acompañarlo.      aquí va un descubrimiento digital. en su propia voz, la entrada de mi novela favorita: y para rematar con los conocimientos netosos, va la intro de Piazzolla a Sobre Héroes y Tumbas : las palabras finales, las únicas palabras que ambientan del todo estas notas, son aquellas que aparecen a manera de epígrafe del capítulo (o libro, según tu edición): Informe sobre ciegos . C ya, u people behind the screen.

la genialidad cumple 99

pocas, poquísimas veces ocurre en la historia, en la vida, en mi caso se trata de la primera vez: jamás me había alegrado tanto poder celebrar, aunque a distancia, el cumpleaños centésimo menos uno de uno de mis escritores favoritos.      y claro, por supuesto, para no variar, esto llega casi demasiado tarde, mínimo cuando en Argentina, la tierra natal de Ernesto Sábato, ya no es más su día.      pero para mí lo sigue siendo. su cumpleaños número 99, nada más, nada menos.      autor que antes explorara en las ciencias duras y experimentara a lo grande, en algún momento decidió tirar el arpa de la ciencia para cambiarse a la más poética de la novela y la pintura.      que yo recuerde, mi primer encuentro con Ernesto ocurrió en Mérida, por allá del 83, cuando tras sumergirme en una enorme aunque pequeña librería, descubrí la edición más popular, más barata de Seix Barral-Planeta de El Túnel . ahí había pinceladas, rasgos que me encantaron. nada más.      la locura llegó con Sobre hé

de calles y carreteras infernales

ya han pasado días desde que al fin pude escaparme, en compañía de la Lobita, a ver el remake de una de mis favoritas películas (y sus secuelas). en aquellos tiempos de escasa globalidad y bestiales traducciones, se llamaba Pesadilla en la calle del infierno y Freddy Krueger era el asesino más fantasmal, despiadado, juguetón y bien parecido (para estar quemado) de la pantalla grande.      toneladas de agua han pasado por debajo de ese y otros puentes y ahora la nueva versión es poco parecida: más realistamente quemado, más gravemente entonado, pero el señor de los dedos de navaja vuelve sin abusar de los efectos especiales, con un poco más de su original crudeza y menos espacios de diversión pero vuelve. y no sé si para quedarse o sólo para pasearse mientras se les ocurre un nuevo remake (después de Hulk, ya todo es posible).      estoy encantado de su regreso. pero hasta ahí. hace un rato que las películas de terror, que los libros de terror son un guiño al lector, un juego inte