pocas, poquísimas veces ocurre en la historia, en la vida, en mi caso se trata de la primera vez: jamás me había alegrado tanto poder celebrar, aunque a distancia, el cumpleaños centésimo menos uno de uno de mis escritores favoritos.
y claro, por supuesto, para no variar, esto llega casi demasiado tarde, mínimo cuando en Argentina, la tierra natal de Ernesto Sábato, ya no es más su día.
pero para mí lo sigue siendo. su cumpleaños número 99, nada más, nada menos.
autor que antes explorara en las ciencias duras y experimentara a lo grande, en algún momento decidió tirar el arpa de la ciencia para cambiarse a la más poética de la novela y la pintura.
que yo recuerde, mi primer encuentro con Ernesto ocurrió en Mérida, por allá del 83, cuando tras sumergirme en una enorme aunque pequeña librería, descubrí la edición más popular, más barata de Seix Barral-Planeta de El Túnel. ahí había pinceladas, rasgos que me encantaron. nada más.
la locura llegó con Sobre héroes y tumbas. en aquel momento sólo ese libro contenía la especial mixtura que yo necesitaba: terror en ciegos informes, fantasía en dragónicas princesas, personajes-espejo en Martín y su pobre manera de evolucionar a lo largo de la vida, a lo largo de su deseo mismo.
Sábato se ha transformado en una dieta constante, no obligada, sólo favorita. se ha transformado en el único autor, hoy, además que a sus 99 años sigue respirando el mismo aire planetario que quien esto escribe.
¿no es esto suficiente?
who knows...
c ya soon, u people behind the screen.
y claro, por supuesto, para no variar, esto llega casi demasiado tarde, mínimo cuando en Argentina, la tierra natal de Ernesto Sábato, ya no es más su día.
pero para mí lo sigue siendo. su cumpleaños número 99, nada más, nada menos.
autor que antes explorara en las ciencias duras y experimentara a lo grande, en algún momento decidió tirar el arpa de la ciencia para cambiarse a la más poética de la novela y la pintura.
que yo recuerde, mi primer encuentro con Ernesto ocurrió en Mérida, por allá del 83, cuando tras sumergirme en una enorme aunque pequeña librería, descubrí la edición más popular, más barata de Seix Barral-Planeta de El Túnel. ahí había pinceladas, rasgos que me encantaron. nada más.
la locura llegó con Sobre héroes y tumbas. en aquel momento sólo ese libro contenía la especial mixtura que yo necesitaba: terror en ciegos informes, fantasía en dragónicas princesas, personajes-espejo en Martín y su pobre manera de evolucionar a lo largo de la vida, a lo largo de su deseo mismo.
Sábato se ha transformado en una dieta constante, no obligada, sólo favorita. se ha transformado en el único autor, hoy, además que a sus 99 años sigue respirando el mismo aire planetario que quien esto escribe.
¿no es esto suficiente?
who knows...
c ya soon, u people behind the screen.
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