Y llegamos a la fecha que marca este post.
Es sábado. Uno bastante agradable.
La mañana estaba destinada a una cita de trabajo. Ahora daré un curso en compañía de Pepe Sanchés Carbó (también escritor, consigan su libro: El maldito amor de mi abuelita, publicado por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. No se van a arrepentir). Y él tuvo a bien citarme en uno de esos lugares que da título a este relato.
El lugar se llama Profética y aunque reconozco que de entrada el mero nombre me hubiera hecho alejarme, creo que se convertirá en referencia obligada para la cultura en Puebla. Se trata de un edificio histórico del centro, acondicionado como librería, cafetería-bar y biblioteca destinada única y exclusivamente a la literatura. Cero libros técnicos, sólo lo que a algunos nos apasiona.
Instalaciones de primer nivel (tan filmables como la biblioteca mostrada en Seven). Y con buen ambiente.
Ahí Pepe y yo hablamos del programa. Propusimos y contrapropusimos, sin que antes él me llevara a un recorrido turístico por este neo-ambiente. El trabajo casi del todo hecho...
Ahí conocí a otro de los artifices de Almuerzo Desnudo (revista subterránea e independiente dedicada a la literatura) Memo Carrera, poeta de inspiración y escritura. Sostuve una larga plática con él, cambiando autores, impresiones, visiones de vida.
Es tan reconfortante ver que otros tienen gran ánimo de lucha. No en la CF, pero sí en la literatura. Y lo digo después de haber hablado de la falta de nuevo impulso en las recientes generaciones de cienciaficcioneros...
Y lo digo porque él me estuvo mostrando el panorama poético que la generación de los 70's está desarrollando. Y exponía con tal pasión que creo en verdad que harán cosas muy significativas...
No sé qué alcance tendrán. A veces escribir es como navegar a ciegas... El futuro, ese desconocido mar oscuro que apenas intuímos, dirá quienes tuvimos algo que dar y quienes sólo teníamos una lengua-pluma de perico... para reproducir viejos errores y meter en dinámica de mayor naufragio al de por sí ya poco apreciado oficio literario...
Memo me dio un ejemplar del nuevo número de Almuerzo.... Y tras leerme en los Sapos, con una cerveza de pormedio, la mitad de esa revista, me queda ya claro por qué empecé este blog.
Siempre he dicho que odio escribir ensayos. Lo repito y lo vuelvo a repetir.
Y quizá lo hago porque mi noción sobre cómo escribir esa clase de tratados, es demasiado ortodoxa.
Pero, después de leer los incluídos en El almuerzo..., escritos con soltura, sin creérsela, entendí que yo empecé este Blog para hablar de todo eso que circula en mi mente... y que no creo digno o necesario de ser escrito en un ensayo o artículo...
So... Nada.
Espero que ellos sigan dándole duro a la escribida.
Espero que otra cepa cienciaficcionera esté creciendo.
Espero que Profética prosiga y cresca...
Espero más días con estas bellas sorpresas...
Espero más. Que el concierto que esta noche da el Mastuerzo en cierto bar poblano, me acabe de poner en esta órbita de increíbles hallazgos...
Igual suerte y sorpresas para ustedes...
Es sábado. Uno bastante agradable.
La mañana estaba destinada a una cita de trabajo. Ahora daré un curso en compañía de Pepe Sanchés Carbó (también escritor, consigan su libro: El maldito amor de mi abuelita, publicado por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. No se van a arrepentir). Y él tuvo a bien citarme en uno de esos lugares que da título a este relato.
El lugar se llama Profética y aunque reconozco que de entrada el mero nombre me hubiera hecho alejarme, creo que se convertirá en referencia obligada para la cultura en Puebla. Se trata de un edificio histórico del centro, acondicionado como librería, cafetería-bar y biblioteca destinada única y exclusivamente a la literatura. Cero libros técnicos, sólo lo que a algunos nos apasiona.
Instalaciones de primer nivel (tan filmables como la biblioteca mostrada en Seven). Y con buen ambiente.
Ahí Pepe y yo hablamos del programa. Propusimos y contrapropusimos, sin que antes él me llevara a un recorrido turístico por este neo-ambiente. El trabajo casi del todo hecho...
Ahí conocí a otro de los artifices de Almuerzo Desnudo (revista subterránea e independiente dedicada a la literatura) Memo Carrera, poeta de inspiración y escritura. Sostuve una larga plática con él, cambiando autores, impresiones, visiones de vida.
Es tan reconfortante ver que otros tienen gran ánimo de lucha. No en la CF, pero sí en la literatura. Y lo digo después de haber hablado de la falta de nuevo impulso en las recientes generaciones de cienciaficcioneros...
Y lo digo porque él me estuvo mostrando el panorama poético que la generación de los 70's está desarrollando. Y exponía con tal pasión que creo en verdad que harán cosas muy significativas...
No sé qué alcance tendrán. A veces escribir es como navegar a ciegas... El futuro, ese desconocido mar oscuro que apenas intuímos, dirá quienes tuvimos algo que dar y quienes sólo teníamos una lengua-pluma de perico... para reproducir viejos errores y meter en dinámica de mayor naufragio al de por sí ya poco apreciado oficio literario...
Memo me dio un ejemplar del nuevo número de Almuerzo.... Y tras leerme en los Sapos, con una cerveza de pormedio, la mitad de esa revista, me queda ya claro por qué empecé este blog.
Siempre he dicho que odio escribir ensayos. Lo repito y lo vuelvo a repetir.
Y quizá lo hago porque mi noción sobre cómo escribir esa clase de tratados, es demasiado ortodoxa.
Pero, después de leer los incluídos en El almuerzo..., escritos con soltura, sin creérsela, entendí que yo empecé este Blog para hablar de todo eso que circula en mi mente... y que no creo digno o necesario de ser escrito en un ensayo o artículo...
So... Nada.
Espero que ellos sigan dándole duro a la escribida.
Espero que otra cepa cienciaficcionera esté creciendo.
Espero que Profética prosiga y cresca...
Espero más días con estas bellas sorpresas...
Espero más. Que el concierto que esta noche da el Mastuerzo en cierto bar poblano, me acabe de poner en esta órbita de increíbles hallazgos...
Igual suerte y sorpresas para ustedes...
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