Ir al contenido principal

Interfases alteradas

A parte de cero internet en casa, resulta que la interfaz que aquí percibo, es completamente distinta a la que uso en Jojutla... Quiero suponer que es un cambio en la red... Y no sólo en la particular configuración de esta máquina universitaria...
En fin... El domingo fue para levantarse tarde, visitar a Zárate y pedirle que me pasara los capítulos no vistos de Buffy y Angel...
Dios... Ya se volvieron a poner las pilas con Buffy, ese fue un muy buen capítulo... Pero a Angel, ni siquiera Faith logra salvarlo ya... Con eso de que ya viene hasta el nieto de Angel... Guaaaaakkkkkkkkkk.
Pero la noche fue para mi computadora. Y la escritura.
Y lo fue gracias a Arturo, que acababa de mandarme su nuevo poemario desde inglaterra. Uno de esos que temía publicar. Dios, es muy bueno. Un poemario bastante trabajado, plagado de pasión y versos enteros para citar, para inspirar un nuevo trabajo...
Me encantó... Y me hizo sentir un flojo... y hasta envidia me dio... tanta que me puse a checar mis propios poemas...
Dios, desde que tronó el disco duro (pero alguien logró rescatar mis escritos) no había vuelto a ellos. A mis poemas.
Quizás no era el mejor momento. Porque ninguno le llegaba al poemario de Arturo...
Pero fue sorprendente porque descubrí dos poemarios armados que no recuerdo en qué momento los armé... y que con un poco de trabajo, podrían quedar.
El poemario de Arturo me llenó de tanta energía, que hasta escribí cinco poemas al hilo... y no, no son plagios...
Y la pila duró.
El lunes por la tarde me la pasé trabajando con una novela de la que llevo 6 reescrituras...
Y aún no sé que hacer con ella...
Pero me descubrí con otras dinámicas de trabajo, con una nueva visión crítica, más exacta y favorable... ya no destructiva.
Sobre las clases... Parece que el grupo es bueno...
Sobre la vida... Espero... espero cierto cercano día...
Quizás después pueda contarlo... por ahora, creo que ya fue suficiente...
Bye...

Comentarios

Entradas más populares de este blog

iniciar la memoria en línea

Tras meses de coquetear con la idea de este Blog y luego de poner mil y un pretextos, al fin he decidido a hacerlo. Tal parece que las largas esperas en pro de un mejor proyecto, siempre son un preludio al momento catártico en que la forma ya no importa tanto como el hecho de que hay algo que decir; y todo termina apareciendo en una ráfaga no muy cuidada. Y no es que hoy hayan pasado grandes cosas. Las gripes están ahí, todo el tiempo. Supongo que es algo más sencillo. El simple y llano hecho de querer ya hacer algo en la internet, tras tantos compases de espera en pro de hacer una página chida, de hacer que la Página de la Langosta se vea bien... Tantos intentos que se han quedado en horas muertas y html's e interfases flash engordando (o reduciendo) el disco duro... Tanto para un arranque clásico... Pero supongo que así es esto. Y supongo que así tenía que salir. Hoy la única diferencia es que al fin pude acabar El Palacio de la Luna de Paul Auster. Y digo al fin, porq...

La primera calle de la soledad en radio BUAP

  Hoy 29 de septiembre, pasadas las 2 de la tarde, tendremos la presentación en Radio BUAP (96.9 FM) en "De eso se trata" con Ricardo Cartas y Juan Nicolás Becerra de mi primera novela en su tercera edición, a cargo del Planeta, a 26 años de la original edición en FETA.    Los esperamos. No falten.
de viajes en internet y órbitas Farmer Y como siempre, resulta que buscando una cosa, terminas encontrando otra; la diferencia en el ciberespacio es que de pronto descubres cosas cuya existencia no imaginabas. Desde hace como cuatro posts que quiero hablar de Farmer, de todo lo que ese señor a través de sus escritos y sin saberlo me heredó. Pero no quería hacerlo de mi ronco pecho, sino recurrir al libro que en mi caso, me dio el pretexto, la fuerza necesaria para decidir botar la ingeniería y dedicarme a escribir. No lo recuerdo de modo preciso, pero me parece que Carne , fue la primera novela que leí de él. Acababa de descubrir las librerías de viejo y con mi amigo Humberto, que también se estaba volcando en la Ciencia Ficción, organizamos un breve safari. En una de esas tiendas hechas caos, hubo dos títulos de los que ya no me pude separar: La máquina preservadora de Philip K. Dick y Carne de Farmer. Debo reconocer que en el metro abordé rápidamente el libro de cuentos y el qu...