Y sí, mientras caminaba hacia esta sala de micros, empecé a leer el libro que me dio Arturo. De inmediato me encontré identificado. Vean:
Y no es que yo tenga cuarenta y cinco o que fume una cajetilla al día (es una y media), pero siempre, de alguna manera, los no fumadores están tratando de aterrorizarte... Como si pudiera contabilizarse la vida como lo hace este personaje de Prado. Como si uno fumara desconociendo los riesgos...
A lo más que yo he llegado en esas paranoias es a calcular que a la fecha llevo dos trailers de cigarros consumidos... Y ese pensamiento lo detonó Zárate, uno de esos días en que andaba de latoso, queriendo, como buen no-fumador, alejarme del "vicio"... De hecho la contabilización, y la gráfica (dos trailers) fue de él...
Desde entonces mínimo me he fumado una camioneta de cigarrillos...
Mi abuelo (que en paz descanse) Próspero, fue desauciado a sus 21 años, por manchas en el pulmón. Le aseguraron un año de vida.
Sólo dejó de fumar un año antes de su muerte. Murió de enfisema pulmonar a los 78 años...
Mmm...
Creo que no iba por aquí la cosa, cuando se me ocurrió transcribir las líneas de Benjamín Prado... Pero así salió... Y así se queda...
Sorry Benjamín... Estas son las ventajas y las desventajas de estar escribiendo un Blog y no un sesudo ensayo...
De cualquier manera, me muero de ganas de acabar de leer ese libro...
Bye...
Encendió un cigarrillo y al apuntarlo en el cuaderno sintió una cierta inquietud porque, según sus cuentas, sólo le quedaba aquel y dos más para morir. Había empezado con esa historia dos años antes, cuando leyó en el periódico una noticia en la que se aseguraba que por cada cigarrillo que fuma, una persona normal pierde hasta doce horas de vida. ¿Era cierto? Gabriel hizo cuentas: su dosis de una cajetilla le quitaba por día otros diez, setenta a la semana y doscientos ochenta mensuales; en un año perdía nueve, de modo que en los cinco que llevaba fumando había consumido cuarenta y cinco, su edad actual. De acuerdo con sus cálculos y sus anotaciones, al acabar ese paquete su saldo llegaría a ceroBenjamín Prado
Jamás Saldré Vivo de este Mundo
Y no es que yo tenga cuarenta y cinco o que fume una cajetilla al día (es una y media), pero siempre, de alguna manera, los no fumadores están tratando de aterrorizarte... Como si pudiera contabilizarse la vida como lo hace este personaje de Prado. Como si uno fumara desconociendo los riesgos...
A lo más que yo he llegado en esas paranoias es a calcular que a la fecha llevo dos trailers de cigarros consumidos... Y ese pensamiento lo detonó Zárate, uno de esos días en que andaba de latoso, queriendo, como buen no-fumador, alejarme del "vicio"... De hecho la contabilización, y la gráfica (dos trailers) fue de él...
Desde entonces mínimo me he fumado una camioneta de cigarrillos...
Mi abuelo (que en paz descanse) Próspero, fue desauciado a sus 21 años, por manchas en el pulmón. Le aseguraron un año de vida.
Sólo dejó de fumar un año antes de su muerte. Murió de enfisema pulmonar a los 78 años...
Mmm...
Creo que no iba por aquí la cosa, cuando se me ocurrió transcribir las líneas de Benjamín Prado... Pero así salió... Y así se queda...
Sorry Benjamín... Estas son las ventajas y las desventajas de estar escribiendo un Blog y no un sesudo ensayo...
De cualquier manera, me muero de ganas de acabar de leer ese libro...
Bye...
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