desvelo y desfiles
Y aunque parecía que ya los días tendrían más cohesión, que el sueño se había apoderado otra vez de los ritmos orgánicos... Nada.
Un breve ascelere en morelos. Algo de trabajo gráfico, mucho de lecturas. Escribir bajo el ojo ciego de la tele por cable. Y no dormir...
Y viajar de madrugada para alcanzar una angelópolis abarrotada de desfiles políticos que impidieron disfrutar uno de los escasos domingos que paso en esta ciudad.
Y luego el departamento. Y leer. Y leer. Y no poder dormir.
Las baterías llenas.
Los dedos a punto.
Las alergias que atacan al primer descuido.
Son buenos días...
Pero aún extraño una musa. Una de carne y hueso.
See ya...
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