informe no solicitado
Y como lo decía hace una semana, la realidad sigue clamando su supremacía sobre el mundo internet y aunque debo confesar que no he estado apartado de mis mails, había una cierta falta de convencimiento en relatar algo de lo que por aquí acontece...
Mucho a nivel personal. Material por el momento, estrictamente censurado.
Mucho a nivel lecturas, pero eso es parte del otro post (el que precede, si leen en orden).
Y no tanto a nivel vida diaria.
Y es que con el término del semestre, a uno que le ha dado por vivir orbitando la universidad, el mundo empieza a perder sus calendarios y a transformarse en algo mucho más ténue o caótico... Viajé de Puebla a Jojutla y viceversa en cuatro ocasiones, ya he acometido la trepada de cerros en bicicleta (con sus obligadas fiestas baquicas con los uranios), el descubrimiento de nuevos bares con botana suficiente para llenar el estómago, la visita a los nuevos congresos de literatura en Tlaxcala (y aquí hay material para contar, pero sólo hasta que se concrete) y el experimentar nuevamente el hecho de tener otra vez el departamento para mí solo.
O sea, nada en exceso interesante.
Nada que no sea mi vida personal. Mi interrelación con una musa de carne y hueso. Con LA MUSA, quizás habría que agregar.
O sea, este post se lo hubieran podido saltar. Es un vil y burocrático informe.
Comentarios