extraña estática
La de estos días, no por falta de eventos, de energía para vivirlos, sino porque sigo de monotemático con los trabajos académicos y nada de lo que he escrito, me parece aún digno de postearlo por aquí.
Sigue también el tironeo. Mi tradicional rebeldía que me lleva a leer otras cosas. Por ahí textos de Juan García Ponce, reencuentros con ese Farmer que me hacía volar el cerebro. Estoy leyendo a escapaditas Lord Tyger, esa versión especial, ya alejada de esa primera intención en ese cuento que plantea como habría sido Tarzán si lo hubiera escrito William S. Burroughs en lugar de Edgar Rice Burroughs. Y las resultantes como siempre son increìbles... Además, por primera vez en inglés, vuelvo a esa space opera erótica llamada Flesh... Y muero por encontrar su versión del mago de Oz...
Extraño, el trabajo académico es sobre una de mis autoras favoritas, Angélica Gorodischer. Y sin embargo, a veces le saco la vuelta al trabajo. A lo mejor porque ahorita ya es trabajo y no la pasión absoluta...
Extraña estática también, porque aunque tenía ganas de postear, ahora que aporreo el teclado, descubro que era más la tentación de postear que el tema el que me impulsaba.
La vida, caminando, avanzando por sendas adecuadas. La vida inspirando desde otra arista, recargando las pilas mientras agoto asfaltos acompañado por la lobita, mientras curioseamos librerias y vagamos y miramos cine, como si al fin el tiempo hubiera dejado de ser una avalancha desmesurada, un proyectil que persiguiera nuestras cabezas o los probables destinos.
El tiempo tiene ahora otra faz.
Y quizá este post, otro ritmo...
See you soon... I hope...
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