Ir al contenido principal
por compartir

Las lecturas para variar han sido sin una guía básica definida. Y como decía en el anterior post, por ahí sucede que hago extrañas referencias cruzadas...
Pero también hay momentos que tu paladar literario busca y busca sin encontrar, hasta que inesperadamente, sin saberlo, encuentras el libro adecuado.
Ayer encontré la novela El Necrófilo de Gabrielle Wittkop y la sorpresa fue amplia. El libro, por supuesto, y aunque no sea morboso y truculento (no es pornográfico), es sólo para estómagos fuertes. Su prosa es para paladar fino, no su temática, que ya denota el título. Hay, de cualquier manera una cita para compartir:

El tictac de los relojes y el crujido de los revestimientos de madera habían adoptado un tono especial, como siempre que la Muerte está presente. Ella es la gran matemática que adjudica su valor exacto a los datos del problema.
Gabrielle Wittkop

EL Necrófilo
Tusquets Editores, Col. La Sonrisa Vertical.

Me sorprendió el ritmo, la capacidad de síntesis, la elegancia para resolver escenas y la atmósfera entera. Me sorprendió aún más que esta novela fuera publicada en 1972. Sólo hasta el 90 volvió a publicarse (lo que me pareció más lógico). Mi edición es del 95, la primera en español... Y parece que no hay nada más traducido de la autora... Y yo de frances, nada.
Pero mi gula no estaba satisfecha, así que busqué y busqué en mis libreros hasta encontrar una novela que me prestó el Chicharo y que en su momento no pude leer.
Va una cita:

Mi pez nada muy excitado en su pecera, encima de la nevera, así que le echo un Valium en el agua.
Le estoy gritando a esa chica que si ya ha tenido bastante.
Le estoy gritando que no me voy a quedar a oirla quejarse.
Quedarme aquí a intentar arreglarle la vida es una pérdida de tiempo. La gente no quiere que les arregles la vida. Nadie quiere que les soluciones sus problemas. Sus dramas. Sus congojas. Ni quieren resueltas sus historias. Ni sus líos. Porque ¿qué les quedaría? Sólo lo desconocido, grande y aterrador.
Chuck Palahniuk

Superviviente
Modernos y Clásicos de Munich Editores

Chuck me conquistó con su Fight Club, aunque primero vi la pelicula de Fincher. Y hasta la fecha me sigo preguntando si me hubiera funcionado igual la novela, sin ver antes la adaptación. Pero al igual que en aquel libro, en Superviviente sólo puedo quejarme de la traducción demasiado española de un lenguaje coloquial estadounidense.
La acabo de empezar, pero esta vez sé que necesito acabarla. Supongo que con Chuck me ocurre algo similar a lo que experimento con Benjamín Prado o Ray Lóriga, esa sensación de que el narrador está contando sus verdades sin inhibiciones, sin tapujos. Y que comparto algunas de esas verdades. Supongo que en el primer intento de lectura el pulso suicida no me dejó leerla. Supongo...
Va otra cita:

Mi pececito y yo nadamos juntos en el mismo sitio.
Parece que haya sacado el filete del cajón de arena del gato.
Para calmar a esa chica y conseguir que me escuche le cuento la historia de mi pez. El de ahora es el pez seiscientos cuarenta y uno de toda una vida de peces. Mis padres me compraron el primero para enseñarme a amar y ciudar otra criatura del Señor. Pasados seiscientos cuarenta peces, lo único que sé es que todo lo que uno ama se muere. Cuando conoces a alguien especial, puedes estar seguro de que algún día caerá muerto al suelo.
Chuck Palahniuk

Superviviente
Modernos y Clásicos de Munich Editores.

Quizás les cuente un poco más después.
Quizás. Todo depende de mi conexión. De si puedo conseguir una, mientras la adrenalina, la emoción permanecen.

NOTA PERTINENTE: Los fragmentos de obra aquí mostrados sólo se postean con el ánimo de contagiar la pasión lectora.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

iniciar la memoria en línea

Tras meses de coquetear con la idea de este Blog y luego de poner mil y un pretextos, al fin he decidido a hacerlo. Tal parece que las largas esperas en pro de un mejor proyecto, siempre son un preludio al momento catártico en que la forma ya no importa tanto como el hecho de que hay algo que decir; y todo termina apareciendo en una ráfaga no muy cuidada. Y no es que hoy hayan pasado grandes cosas. Las gripes están ahí, todo el tiempo. Supongo que es algo más sencillo. El simple y llano hecho de querer ya hacer algo en la internet, tras tantos compases de espera en pro de hacer una página chida, de hacer que la Página de la Langosta se vea bien... Tantos intentos que se han quedado en horas muertas y html's e interfases flash engordando (o reduciendo) el disco duro... Tanto para un arranque clásico... Pero supongo que así es esto. Y supongo que así tenía que salir. Hoy la única diferencia es que al fin pude acabar El Palacio de la Luna de Paul Auster. Y digo al fin, porq...

La primera calle de la soledad en radio BUAP

  Hoy 29 de septiembre, pasadas las 2 de la tarde, tendremos la presentación en Radio BUAP (96.9 FM) en "De eso se trata" con Ricardo Cartas y Juan Nicolás Becerra de mi primera novela en su tercera edición, a cargo del Planeta, a 26 años de la original edición en FETA.    Los esperamos. No falten.
de viajes en internet y órbitas Farmer Y como siempre, resulta que buscando una cosa, terminas encontrando otra; la diferencia en el ciberespacio es que de pronto descubres cosas cuya existencia no imaginabas. Desde hace como cuatro posts que quiero hablar de Farmer, de todo lo que ese señor a través de sus escritos y sin saberlo me heredó. Pero no quería hacerlo de mi ronco pecho, sino recurrir al libro que en mi caso, me dio el pretexto, la fuerza necesaria para decidir botar la ingeniería y dedicarme a escribir. No lo recuerdo de modo preciso, pero me parece que Carne , fue la primera novela que leí de él. Acababa de descubrir las librerías de viejo y con mi amigo Humberto, que también se estaba volcando en la Ciencia Ficción, organizamos un breve safari. En una de esas tiendas hechas caos, hubo dos títulos de los que ya no me pude separar: La máquina preservadora de Philip K. Dick y Carne de Farmer. Debo reconocer que en el metro abordé rápidamente el libro de cuentos y el qu...