y sí, sé que mis adeudos son grandes. pero, quizá para desestresarme, primero va algo de lejana, insospechada referencia con los anteriores posts.
todo parte de escenas de un video juego que se volviera fetiche, uno que me ha estado rondando la cabeza desde hace meses y que ya no puedo jugar más.
el juego era para el sega genesis. y el sega era de mi sobrino. así que... está perdido (no mi sobrino, ese vive en otra casa; tambien el sega).
es extraña, en realidad, mi relación con los video juegos. durante esa etapa sin tv en casa (1987-1996), también hubo ausencia de consolas. en mi AT 286 corría sólo la versión primitiva de El principe de persia y otro juego llamado Out of this world. y desde 1987, hasta 1998, nada más.
en 98 Caín Kuri, en un extraño arrebato, llegó una noche y me prestó (una semana entera) su ps1 con un montón de video juegos. allí jugué por vez primera Soul reaver y quedé encantado con sus gráficas, su completa historia. fue el acabose. ya ansiaba, a partir de ahí, la inmersión en esos mundos virtuales, más complejos, más imaginativos.
Andrés tenía también un ps1 y conseguí tal juego y una memory card para utilizarla en su consola. y así me la pasé, jugando en máquinas ajenas.
a finales de 2001 conseguí una pentium 4 y al fin pude acabar ahí Soul reaver y el juego que da pie a estas líneas: shadowman. conseguido en versión para PC y con un defecto que me impidió acabarlo. conseguido solicitando algo semejante a Soul reaver, porque, hasta eso, me volví exigente en las temáticas.
Shadowman, de acuerdo a la publicidad de la época, ofrecía 70 horas de juego continuo. me llevé más, mucho más. en el sega de mi sobrino, al fin pude terminarlo, aunque a él no le pareciera nada interesante.
pero, para mí, su historia, su atmósfera, su exigencia e invitación a la exploración de un mundo divergente y desconocido, superaba con mucho las más brillantes y acabadas gráficas de los juegos que él adoraba (Space Channel 5, fue su contribución a mis fetiches).
dos cosas quedaban claras tras jugar Shadowman y Soul reaver, me encantaban por su estructura, su línea novelesca. porque se trataba de historias completas, con múltiples escenarios, con mitologías fantásticas.
de una u otra manera, a lo que me enfrentaba, era a una nueva propuesta de hacer y leer novelas. de vivirlas más intensamente. el trago, resultó ambiguo: dulce y amargo un tiempo.
dulce, porque en mi ansia ciencia ficcionera de progreso y sorpresa en la tecnología, esta propuesta constituía un paso evolutivo.
amargo, porque echaba por tierra el valor de la narrativa como género independiente, incomparable. desterraba de su entorno la belleza del lenguaje (no en todos, no necesariamente).
el germen de los videojuegos había quedado implantado. y para 2003 conseguí al fin mi ps2 (en gran parte porque se había asegurado que Soul reaver 3, no saldría para PC). y fue hundirme más en la locura.
aunque no tanto como pretendía. juegos nuevos se han sumado, como Shadowman Second Coming, God of War I y II, como Psychonauts, Eternal darkness (para Game Cube), Destroy all humans I y II y Predator. Concrete Jungle (de Grant Morrison, nada menos). y, en menor medida, la serie de los Gran Theft Auto. se han sumado en ese entendido de una suerte de novelística en video juegos (hay quienes aseguran que los Role Playing Games son lo más acabado en este ramo, pero a mí no me atraen en lo más mínimo, por su game play, precisamente).
y aunque este post era sólo para compartirles mi hallazgo en youtube de la intro a Shadowman, durante la escritura me ha quedado clara también otra cosa: este post es también una especie de respuesta a la serie de tres post y un addendum de Bef intitulados los ludistas, donde el señor de los monos (de las caricaturas, pues) polemiza sobre la necesidad de adaptarnos a lo digital, de abandonar las viejas prácticas analógicas, las mismas publicaciones en papel y empezar a aceptar el cambio.
por mucho que me encanten los video juegos, tomar la perspectiva de Bef, desde la óptica aquí descrita, sería transformar a los novelistas en guionistas de video juegos cuyo éxito dependerá más de los programadores, de las decisiones corporativas (muy al estilo de lo que pasa en Hollywood) que de la misma historia. sería, también, eliminar la esencia misma de lo literario...
en fin, este post no acaba aquí. seguirá. quizá hoy por la noche.
por lo pronto les dejo la intro a Shadowman:
y de pilón, la intro de Soul reaver:
C ya soon, u people behind the screen.
todo parte de escenas de un video juego que se volviera fetiche, uno que me ha estado rondando la cabeza desde hace meses y que ya no puedo jugar más.
el juego era para el sega genesis. y el sega era de mi sobrino. así que... está perdido (no mi sobrino, ese vive en otra casa; tambien el sega).
es extraña, en realidad, mi relación con los video juegos. durante esa etapa sin tv en casa (1987-1996), también hubo ausencia de consolas. en mi AT 286 corría sólo la versión primitiva de El principe de persia y otro juego llamado Out of this world. y desde 1987, hasta 1998, nada más.
en 98 Caín Kuri, en un extraño arrebato, llegó una noche y me prestó (una semana entera) su ps1 con un montón de video juegos. allí jugué por vez primera Soul reaver y quedé encantado con sus gráficas, su completa historia. fue el acabose. ya ansiaba, a partir de ahí, la inmersión en esos mundos virtuales, más complejos, más imaginativos.
Andrés tenía también un ps1 y conseguí tal juego y una memory card para utilizarla en su consola. y así me la pasé, jugando en máquinas ajenas.
a finales de 2001 conseguí una pentium 4 y al fin pude acabar ahí Soul reaver y el juego que da pie a estas líneas: shadowman. conseguido en versión para PC y con un defecto que me impidió acabarlo. conseguido solicitando algo semejante a Soul reaver, porque, hasta eso, me volví exigente en las temáticas.
Shadowman, de acuerdo a la publicidad de la época, ofrecía 70 horas de juego continuo. me llevé más, mucho más. en el sega de mi sobrino, al fin pude terminarlo, aunque a él no le pareciera nada interesante.
pero, para mí, su historia, su atmósfera, su exigencia e invitación a la exploración de un mundo divergente y desconocido, superaba con mucho las más brillantes y acabadas gráficas de los juegos que él adoraba (Space Channel 5, fue su contribución a mis fetiches).
dos cosas quedaban claras tras jugar Shadowman y Soul reaver, me encantaban por su estructura, su línea novelesca. porque se trataba de historias completas, con múltiples escenarios, con mitologías fantásticas.
de una u otra manera, a lo que me enfrentaba, era a una nueva propuesta de hacer y leer novelas. de vivirlas más intensamente. el trago, resultó ambiguo: dulce y amargo un tiempo.
dulce, porque en mi ansia ciencia ficcionera de progreso y sorpresa en la tecnología, esta propuesta constituía un paso evolutivo.
amargo, porque echaba por tierra el valor de la narrativa como género independiente, incomparable. desterraba de su entorno la belleza del lenguaje (no en todos, no necesariamente).
el germen de los videojuegos había quedado implantado. y para 2003 conseguí al fin mi ps2 (en gran parte porque se había asegurado que Soul reaver 3, no saldría para PC). y fue hundirme más en la locura.
aunque no tanto como pretendía. juegos nuevos se han sumado, como Shadowman Second Coming, God of War I y II, como Psychonauts, Eternal darkness (para Game Cube), Destroy all humans I y II y Predator. Concrete Jungle (de Grant Morrison, nada menos). y, en menor medida, la serie de los Gran Theft Auto. se han sumado en ese entendido de una suerte de novelística en video juegos (hay quienes aseguran que los Role Playing Games son lo más acabado en este ramo, pero a mí no me atraen en lo más mínimo, por su game play, precisamente).
y aunque este post era sólo para compartirles mi hallazgo en youtube de la intro a Shadowman, durante la escritura me ha quedado clara también otra cosa: este post es también una especie de respuesta a la serie de tres post y un addendum de Bef intitulados los ludistas, donde el señor de los monos (de las caricaturas, pues) polemiza sobre la necesidad de adaptarnos a lo digital, de abandonar las viejas prácticas analógicas, las mismas publicaciones en papel y empezar a aceptar el cambio.
por mucho que me encanten los video juegos, tomar la perspectiva de Bef, desde la óptica aquí descrita, sería transformar a los novelistas en guionistas de video juegos cuyo éxito dependerá más de los programadores, de las decisiones corporativas (muy al estilo de lo que pasa en Hollywood) que de la misma historia. sería, también, eliminar la esencia misma de lo literario...
en fin, este post no acaba aquí. seguirá. quizá hoy por la noche.
por lo pronto les dejo la intro a Shadowman:
y de pilón, la intro de Soul reaver:
C ya soon, u people behind the screen.
Comentarios
Fui a los foros de xbox (ya qe no sabia donde mas exponer mi idea). por si alguno de esos qe crean videojuegos se passaba por ay y le gustava la idea.
pero a nadie le gusto la idea.
creo qe existe una novela de este videojuego.
tu no lo sabras?