y no. el sueño no llega. llega la nostalgia en la búsqueda de vieja música.
¿quién era yo en 1981?
alguien importado de jojutla al DF. alguien que conocía, había usado el metro en años anteriores, pero por primera vez lo hacía solo.
una noche de adolescente soledad, ahí, en el sistema ambiental del metro, ocurrió la maravilla que me hizo sentir el primer toque de futuro, el primer ramalazo de cyberpunk. es este:
y quizá es exagerado decir cyberpunk, pero era una urbe agreste, llena de ofertas para el consumo adolescente, mismas que incluían modelos a escala de las imponentes naves interestelares del anime japonés.
por supuesto, en aquella noche, jamás supe, imaginé siquiera que el autor era Jean Michel Jarre y que se trataba del segundo track del LP Oxígeno.
a la mañana siguiente le comenté mi éxtasis a Humberto. y mi buen amigo preparatoriano combatió con Tomita. un track en especial me sedujo, Marte, por supuesto, es éste:
y me sedujo, precisamente porque, de acuerdo a mis memorias, esta música sonaba durante el arizaje de la viking. programa que yo seguí de manera tan fiel como la del Apollo, aunque con menos espacio en la TV. las trasmisiones desde el encuentro Apollo-Soyuz, en los setentas, se habían espaciado hasta casi desaparecer. hasta la llegada de este robot al planeta rojo.
ahí no acabó mi búsqueda. siguió por la vía electrónica (en extraño paralelo con el rock). y descubrí a Patrick Cowley. y a su Megatron man:
en 1988 conocí a Andrés Eloy Martínez Rojas, durante una conferencia sobre astronomía, en Jojutla Morelos. me uní a Urania, su asociación astronómica. me volví un fan más enterado de la música electrónica y del cielo estrellado.
inevitablemente hablamos de Cowley. y Andrés me comentó su muerte en un accidente.
hoy, gracias a la wikipedia, me entero que fue una complicación por sida, su pasaporte al otro mundo.
hoy, no sé que pensar al respecto, excepto: era un pionero,en más de un área.
hoy, en este instante, ni siquiera sé bien a bien qué me arrastró a este debraye. la nula posibilidad de postear el video de Papa Roach o esta angustia creativa que no encuentra espacio suficiente para extenderse.
C ya soon, u people behind the screen.
¿quién era yo en 1981?
alguien importado de jojutla al DF. alguien que conocía, había usado el metro en años anteriores, pero por primera vez lo hacía solo.
una noche de adolescente soledad, ahí, en el sistema ambiental del metro, ocurrió la maravilla que me hizo sentir el primer toque de futuro, el primer ramalazo de cyberpunk. es este:
y quizá es exagerado decir cyberpunk, pero era una urbe agreste, llena de ofertas para el consumo adolescente, mismas que incluían modelos a escala de las imponentes naves interestelares del anime japonés.
por supuesto, en aquella noche, jamás supe, imaginé siquiera que el autor era Jean Michel Jarre y que se trataba del segundo track del LP Oxígeno.
a la mañana siguiente le comenté mi éxtasis a Humberto. y mi buen amigo preparatoriano combatió con Tomita. un track en especial me sedujo, Marte, por supuesto, es éste:
y me sedujo, precisamente porque, de acuerdo a mis memorias, esta música sonaba durante el arizaje de la viking. programa que yo seguí de manera tan fiel como la del Apollo, aunque con menos espacio en la TV. las trasmisiones desde el encuentro Apollo-Soyuz, en los setentas, se habían espaciado hasta casi desaparecer. hasta la llegada de este robot al planeta rojo.
ahí no acabó mi búsqueda. siguió por la vía electrónica (en extraño paralelo con el rock). y descubrí a Patrick Cowley. y a su Megatron man:
en 1988 conocí a Andrés Eloy Martínez Rojas, durante una conferencia sobre astronomía, en Jojutla Morelos. me uní a Urania, su asociación astronómica. me volví un fan más enterado de la música electrónica y del cielo estrellado.
inevitablemente hablamos de Cowley. y Andrés me comentó su muerte en un accidente.
hoy, gracias a la wikipedia, me entero que fue una complicación por sida, su pasaporte al otro mundo.
hoy, no sé que pensar al respecto, excepto: era un pionero,en más de un área.
hoy, en este instante, ni siquiera sé bien a bien qué me arrastró a este debraye. la nula posibilidad de postear el video de Papa Roach o esta angustia creativa que no encuentra espacio suficiente para extenderse.
C ya soon, u people behind the screen.
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