y qué le vamos a hacer... hay quienes nacieron con obsesión de orden y otros que sólo sabemos habitar el caos y trabajar en él... o cosa similar...
para muchos la escritura no es un trabajo, sino una pérdida de tiempo. los espíritus prácticos dictan que si no te rajas el lomo, si no sudas la gota gorda, no es trabajo... por lo visto a los de Wall Street y a muchos otros economistas y políticos tal noción jamás llegó a sus oídos o lo supercompensan con superganancias... vaya usted a saber.
el caso no es uno. no hay caso.
supongo que me he acostumbrado a que los fines de semana nadie visite el blog, a que sin oficinas no parece haber lectores en red... y a aprovechar el fin de semana para hacer lo que me gusta: escribir. y hablo de literatura, no del blog en sí. aunque al parecer aquella frase que Harlan Ellison recopilara en sus Visiones Peligrosas sobre un dicho de Lester del Rey de vez en cuando pega con tubo: "escribir para el cajón es masturbación".
lo peor de todo es que con esta crisis editorial que vivimos todo parece ir a parar ahí. o a la red.
¿postear es publicar? el sentido práctico dicta que sí. muchísimas personas que conozco sólo publican en la red y se consideran a sí mismo autores exitosos... pero... pero...
supongo que Mc Luhan también entra en juego. El medio es el mensaje dicta otro tipo de literatura para la red... y en muchos sentidos sigo siendo analógico...
o una parte de mí lo es...
discusiones internas, personales. definiciones de límites. sofismas, falacias, argumentos, todo ello pasó este fin de semana otra vez. y digo otra vez porque a la altura de mayo anuncié que ya me había cansado de que los editores no contestaran cuando les mando trabajo... y, peor aún, que estaba harto de la pasividad del medio entre quienes escribimos narrativa del tipo que sea...
tal parece que estas fabulosas herramientas de comunicación funcionan como una suerte de placebo: publicas tu blog, chateas, formas grupos, haces tu facebook, tu hi-5 y sientes que algo pasó... aunque al final sigas sin nada... (claro, hay casi cinco años de archivos blogueros en esta página que contradicen lo anterior).
el problema, supongo en mi caso, es ese conformismo que percibo a mi alrededor.
para mí internet sigue teniendo la sensación de que estoy jugando un video-juego. es una parte alternativa, ficticia de mi vida. y créanme, hay más trascendencia en muchas ocasiones en terminar un video juego donde tus movederas de palanquitas y botones consiguen salvar al mundo o conquistarlo. oh, claro, incluso hasta grandes deicidios son posibles...
luego entonces....
no estuve distraído, sólo pensando y escribiendo. para el cajón y para la red.
y supongo que verán primero lo de la red. estoy a punto de relanzar un viejo proyecto, un viejo amor que tomó forma en virtual, antes de que internet fuera operativa para los pobres mortales.
se suponía que iba a lanzar tal cosa el 7 de enero (en espera de los oficinistas), luego el pasado primero de febrero, con la idea de conmemorar:
el programa espacial ha sido siempre una importante fuente de esperanza para mí, sobre el futuro de la humanidad, quizá porque nací con ese paradigma (mi primer recuerdo, a los tres años de vida, es el hombre en la luna. la primera caminata espacial), porque desde mi perspectiva representa, ese solo intento, la rabiosa negativa a aceptar como único límite la tierra.
que estallara el challenger... fue terrible, aún en tiempos de prepa.
y Mary y su Frankenstein. bueno, lo comenté casi al iniciar este blog: yo aprendí a leer con un libro para niños que era un homenaje a Frankenstein. uno donde el monstruo era un robot y nada acababa en tragedia.
vi muchas adaptaciones fílmicas de tal obra. leí y releí la novela y, aún hoy en día, me gusta revisar cuanta reversión de él se haga...
lo que me lleva otra vez al trabajo de escritor.
Mary W. Shelley además representa para mí una adelantada. un espíritu libre que se negara a los límites sociales impuestos. escribió Frankenstein y fue un éxito. pero sólo esa obra. siguió escribiendo y encontrando dificultad para publicar, para mantenerse... pero no cejó en el intento...
y algo así trato de hacer por aquí...
para muchos la escritura no es un trabajo, sino una pérdida de tiempo. los espíritus prácticos dictan que si no te rajas el lomo, si no sudas la gota gorda, no es trabajo... por lo visto a los de Wall Street y a muchos otros economistas y políticos tal noción jamás llegó a sus oídos o lo supercompensan con superganancias... vaya usted a saber.
el caso no es uno. no hay caso.
supongo que me he acostumbrado a que los fines de semana nadie visite el blog, a que sin oficinas no parece haber lectores en red... y a aprovechar el fin de semana para hacer lo que me gusta: escribir. y hablo de literatura, no del blog en sí. aunque al parecer aquella frase que Harlan Ellison recopilara en sus Visiones Peligrosas sobre un dicho de Lester del Rey de vez en cuando pega con tubo: "escribir para el cajón es masturbación".
lo peor de todo es que con esta crisis editorial que vivimos todo parece ir a parar ahí. o a la red.
¿postear es publicar? el sentido práctico dicta que sí. muchísimas personas que conozco sólo publican en la red y se consideran a sí mismo autores exitosos... pero... pero...
supongo que Mc Luhan también entra en juego. El medio es el mensaje dicta otro tipo de literatura para la red... y en muchos sentidos sigo siendo analógico...
o una parte de mí lo es...
discusiones internas, personales. definiciones de límites. sofismas, falacias, argumentos, todo ello pasó este fin de semana otra vez. y digo otra vez porque a la altura de mayo anuncié que ya me había cansado de que los editores no contestaran cuando les mando trabajo... y, peor aún, que estaba harto de la pasividad del medio entre quienes escribimos narrativa del tipo que sea...
tal parece que estas fabulosas herramientas de comunicación funcionan como una suerte de placebo: publicas tu blog, chateas, formas grupos, haces tu facebook, tu hi-5 y sientes que algo pasó... aunque al final sigas sin nada... (claro, hay casi cinco años de archivos blogueros en esta página que contradicen lo anterior).
el problema, supongo en mi caso, es ese conformismo que percibo a mi alrededor.
para mí internet sigue teniendo la sensación de que estoy jugando un video-juego. es una parte alternativa, ficticia de mi vida. y créanme, hay más trascendencia en muchas ocasiones en terminar un video juego donde tus movederas de palanquitas y botones consiguen salvar al mundo o conquistarlo. oh, claro, incluso hasta grandes deicidios son posibles...
luego entonces....
no estuve distraído, sólo pensando y escribiendo. para el cajón y para la red.
y supongo que verán primero lo de la red. estoy a punto de relanzar un viejo proyecto, un viejo amor que tomó forma en virtual, antes de que internet fuera operativa para los pobres mortales.
se suponía que iba a lanzar tal cosa el 7 de enero (en espera de los oficinistas), luego el pasado primero de febrero, con la idea de conmemorar:
- - el estallido del challenger (28 de enero. y lo pongo primero porque como esos proyectos astronaúticos, los cambios climáticos han ido deteniendo mi lanzamiento).
- - la muerte de Mary W. Shelley (1 de febrero de 1851. la autora que dio vida a una de las figuras más icónicas para mi vida).
el programa espacial ha sido siempre una importante fuente de esperanza para mí, sobre el futuro de la humanidad, quizá porque nací con ese paradigma (mi primer recuerdo, a los tres años de vida, es el hombre en la luna. la primera caminata espacial), porque desde mi perspectiva representa, ese solo intento, la rabiosa negativa a aceptar como único límite la tierra.
que estallara el challenger... fue terrible, aún en tiempos de prepa.
y Mary y su Frankenstein. bueno, lo comenté casi al iniciar este blog: yo aprendí a leer con un libro para niños que era un homenaje a Frankenstein. uno donde el monstruo era un robot y nada acababa en tragedia.
vi muchas adaptaciones fílmicas de tal obra. leí y releí la novela y, aún hoy en día, me gusta revisar cuanta reversión de él se haga...
lo que me lleva otra vez al trabajo de escritor.
Mary W. Shelley además representa para mí una adelantada. un espíritu libre que se negara a los límites sociales impuestos. escribió Frankenstein y fue un éxito. pero sólo esa obra. siguió escribiendo y encontrando dificultad para publicar, para mantenerse... pero no cejó en el intento...
y algo así trato de hacer por aquí...
Comentarios
Honor a las novelas y cuentos, poemas, todo aquello que nos imprime deseos de escribir. O la misma vida.
Otro gran salute.